Rovinj, pueblo pesquero de Istria
Para muchos, Rovinj es una de las ciudades más recomendables de la península de Istria, en Croacia. Su espíritu pesquero, la atmósfera italiana que ronda el pueblo y las bellísimas construcciones y monumentos naturales se combinan para ofrecer un destino en verdad único.
Rovinj, también conocida como Roviño, se encuentra justo frente a Venecia, en el lado opuesto del Mar Adriático. Su edificio más emblemático es sin dudas la catedral de Santa Eufemia, que gracias a su alto campanario es lo más visible desde el mar. Una vez en la costa, subir a la cumbre de esa torre permite obtener vistas increíbles de los alrededores.
La catedral data del año 1736, en los tiempos en que el Imperio de Venecia dominaba el lugar, y enorgullece a los habitantes de Rovinj al ser la pieza arquitectónica barroca más importante de Istria.
Para continuar conociendo Rovinj, no hay que dejar de ir al paseo marítimo que se extiende junto a la costa. Allí abundan los cafés y las terrazas, como no puede ser de otra manera, y beber algo o incluso calmar el apetito con alguna delicia local es un sueño gracias al hermoso paisaje y a la brisa fresca que acompañan la estadía.
El paseo te guiará hasta la plaza M. Tita, hogar del Arco Balbi. Este arco es, en verdad, la antigua puerta de entrada a la ciudad. Desde allí en adelante, te sumergirás en la estructura medieval del pueblo con calles de adoquines y caminos tortuosos, casas coloridas y numerosas obras de pintores que se reúnen en una suerte de inmenso taller de verano para compartir sus trabajos y exponerlos al público.
El mercado de Vegetales es otro de los sitios imperdibles. Se encuentra junto al puerto y, sin importar su nombre, es un lugar en el que podrás comprar toda suerte de productos, incluidos los regalos que no puedes olvidar para el regreso a casa.
Foto Vía: Croatie
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