Esztergom es una pequeña ciudad cerca de Budapest en Hungría. Se sitúa en la margen derecha del río Danubio, el cual marca la frontera con Eslovaquia.
Esztergom es una de las ciudades más históricas de Hungría, fue la cuna y el lugar de la coronación del rey Esteban, el primer rey cristiano de Hungría y además fue una sede real desde finales del siglo 10 hasta mediados del siglo 13. En su territorio abundan lugares de interés histórico y cultural.
Si llegamos en el Danubio desde la dirección de la curva del Danubio, obtenemos una espectacular vista de la basílica con su cúpula situada sobre una colina reflejada en el agua. La monumental basílica, construida entre 1822 y 1869, es la iglesia más grande del país y símbolo de Esztergom.
En su interior se encuentra el retablo de Grigoletti, titulado «Ascensión de María», el cual es la pintura más grande en un mismo lienzo de todo el mundo (13 x 6,5 metros). En el lado sur de la basílica, la capilla Bakócz de mármol rojo es la más preciada reliquia del renacimiento húngaro.
La entrada a la basílica es gratuita, aunque podemos pagar un extra para visitar las criptas, la cúpula, y el tesoro de la catedral. Los santuarios de los sumos sacerdotes y los lugares de entierro de los arzobispos se encuentra en la cripta de la iglesia.
Allí es también donde las reliquias del mártir József Mindszenty se establecieron el 4 de mayo de 1991. Desde entonces, la cripta se ha convertido en un destino de peregrinación popular. En las habitaciones del piso de arriba de la Basílica se encuentra un tesoro con algunas extraordinarias piezas de orfebrería. Por último, podemos subir a la cúpula para tener una privilegiada vista.
Al salir del fresco y oscuro interior de la basílica podemos admirar la vista del Danubio y el Puente de Maria Valeria, destruido en 1945 y reconstruido en 2001, el cual conecta con Eslovaquia.
El antiguo y reconstruido Palacio Real, al sur de la Basílica, fue la residencia real hasta 1256, cuando la capital se trasladó a Buda. El edificio se convirtió más tarde en la sede del arzobispo y ahora alberga el Museo del Castillo. El museo nos lleva a la época de la fundación del estado húngaro y de la temprana Edad Media.
Foto Vía: Civertan