Liubliana, la capital de Eslovenia
Ubicada en el centro del país, Liubliana es la capital de Eslovenia, una ciudad de tamaño medio con una población estimada en 270.000 habitantes que además de ser uno de los principales centros urbanos del país es un lugar donde convergen la cultura, la economía y la política.
Debido a su posición geográfica, esta ciudad ha sido influenciada por las culturas alemana, latina y eslava pues su ubicación estratégica como puerta natural entre Europa Central y el Mediterráneo, los Balcanes o Europa del Este la hicieron objeto de interés para diversos pueblos.
Si nos remontamos a la historia veremos a una ciudad que en un primer momento, hacia el año 2.000 a.C. fue colonizada por pueblos que vivían de la caza, al pesca y la agricultura, personas que vivían en casas de madera construidas sobre pilotes. Más tarde fue dominada por los romanos, quienes construyeron un fuerte para luego pasar a mano de los lombardos, los lacustres, los celtas, los bárbaros y los hunos. Esto hasta que se establecieron los eslavos, quienes establecieron los primeros regímenes feudales.
El nombre de la ciudad tal y como la conocemos hoy aparece por primera vez en un documento del año 1144.
Con la llegada del protestantismo en el siglo XVI, Liubliana se transformó en centro cultural de Eslovenia, principalmente cuando se fundaron las academias de Ciencia, Bellas Artes y la Filarmónica. En su proceso de crecimiento también influyó la construcción del ferrocarril, que la acercó a otros centros urbanos.
Su arquitectura barroca con detalles art nouveau es otro de los grandes símbolos de la ciudad y se puede apreciar al recorrer sus calles y descubrir numerosos edificios que siguen estos estilos. Lo curioso es que a pesar de su rica historia y de sus espléndidas construcciones, es una ciudad moderna y urbana, que ofrece una gran cantidad de restaurantes, tiendas comerciales, teatros y arterias que siguen el ritmo vertiginoso de cualquier otra ciudad de Europa.
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