Tren de lujo Danubio Express
Quizá una de los grandes paseos de Europa del Este no incluya billetes de avión ni aeropuertos internacionales sino un simple boleto que invita a un viaje de lujo en el Danubio Express, uno de los ferrocarriles más fascinantes del mundo.
Esta formación recuerda a los míticos viajes realizados en el famoso Orient Express, el tren de lujo que inspiró a la escritora Agatha Christie. En este caso, hablamos de un recorrido que se ha iniciado no demasiado tiempo atrás y gracias a la buena voluntad de los británicos Howard Trinder y Peter Hedderly, responsables del operador privado de viajes de lujo del Reino Unido.
Hace casi un año comenzaron los viajes del Danubio Express, recorridos que invitan a conocer distintos puntos de Europa del Este a través de un conjunto de programas diseñados con gran precisión. No es para menos, el duo de ingleses es experto en el tema pues desde hace muchos años trabajan en el sector turístico.
Es así como este tren de lujo realiza precisos recorridos que pueden durar unos días o bien sumarse a una larga estadía de más de una semana. Más allá de la propuesta particular, se recorren algunas de las localidades más importantes de esta parte del continente, como el fabuloso balneario Karlovy Vary, en República Checa o las ciudades de Praga, Budapest o Estambul, entre muchos otros puntos. Muchos de estos viajes parten de la ciudad de Londres pues es el principal mercado de pasajeros al que se dirige la compañía.
La sofisticación es la gran consigna de estos recorridos y así es como el Danubio Express ha sido acondicionado prestando atención a cada detalle. Así es como tirado por una locomotora eléctrica que puede alcanzar los 140 kilómetros por hora, el ferrocarril está conformado por doce vagones, entre ellos varios coches cama, un restaurante y un salón.
Todos estos coches son originales de la década de los ´50 y completamente rehabilitados para satisfacer las exigencias de los pasajeros. Por otra parte, cada uno de los coches cama dispone de compartimentos con baño integrado y todas las comodidades de cualquier hotel con el añadido de unas fabulosas ventanas que permiten disfrutar del paisaje.
El personal es la pieza clave del tren pues para atender a los 85 viajeros que disfrutan del recorrido se requieren de diecinueve empleados, entre azafatas, cocineros y camareros, es decir 5 personas por cada pasajero.
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