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La Catedral de San Vito en Praga

¿Has escuchado hablar de Chrám Svatého Víta o Katedrála Svatého Víta? Pues nos referimos a la Catedral de San Vito que es un famoso templo destinado al culto católico y que se encuentra ubicado en la ciudad de Praga, capital de la República Checa.

Por otra parte, la Catedral de San Vito no es vista como un atractivo independiente, pues forma parte del conjunto artístico del Castillo de Praga (uno de los emblemas arquitectónicos de la ciudad) y es una clara muestra del arte gótico. La historia nos cuenta que fue en el siglo XIV (específicamente en el año 1344) que se construyó la iglesia, bajo el mandato de Juan I de Luxemburgo; pero no se llegó a terminar por diversas razones.

Fue recién en los siglos XIX y XX, que el trabajo se finiquitó, mostrando la predominancia de un estilo gótico que se posa sobre una rotonda románica donde se dice que murió San Wenceslao (conocido como el bondadoso príncipe cristiano) y por ello la catedral se erigió en honor a este santo patrono.

En la parte frontal de la catedral, podemos apreciar dos torres, cada una de ellas con una altura de 80 metros. Así mismo, llama la atención de todos los visitantes, sus majestuosas puertas de bronce y sus extensos patios.

A lo largo del tiempo, la catedral ha sufrido diferentes daños, por lo que también se han realizado distintas reparaciones. Uno de los daños más fuertes que se tuvo, fue un incendio en el siglo XVI, sin duda un acontecimiento que ocasionó grandes pérdidas en la Catedral de San Vito. Por otro lado, podemos observar que en la catedral, predominan las vidrieras en sus distintas paredes, muchas de las cuales fueron realizadas por los mejores artistas de Praga del siglo XIX.

Algunas personas que han visitado la catedral, no se han dado cuenta de un dato muy curioso que hay en ella y consiste en que también podremos encontrar una cripta, en la cual se encuentran tumbas reales. Si tienes interés en verlas de cerca, asegúrate de preguntar para que te guíen hasta ellas.

Fue en el año 1844, que –bajo el pedido del católico checo Václav M. Pesina- se decidió terminar la catedral, pero esto no pudo ser posible, sino hasta el 1839, año en que se construyó una Sociedad mucho más interesada en el asunto.

Posteriormente, en 1862, Joseph´O Kranner (considerado como el gran escultor de Praga), inició el trabajo de restauración del presbiterio, con lo que se pudieron eliminar muchos de los daños que se habían tenido, junto con algunos añadidos barrocos.

Para visitar Praga, os aconsejo la Primavera o el Otoño cuando la ciudad no está tan masificada por el turismo. No obstante, podréis encontrar viajes muy baratos a la capital checa mientras más ceca lo hagáis del invierno, aunque entonces tendréis que enfrentaros al problema de las bajas temperaturas e incluso, en ocasiones, a las nevadas.