Ada Bojana, isla artificial en Montenegro
Ada Bojana, ubicada en el extremo sur de Montenegro, es una espléndida isla para las vacaciones, gracias en gran parte a la belleza natural de la zona y al pescado fresco que se sirve en los restaurantes, un lugar donde el río Bojana desemboca en el mar. La forma de la isla es triangular, con dos lados bordeados por el río Bojana y el tercero por el mar Adriático.
Según se cuenta, esta es realmente una isla artificial. El lugar solía ser de dos pequeñas islas. Pero a raíz del mal tiempo, a mediados del siglo 19, un barco llamado Merito encalló allí. Con el paso de los años, los sedimentos del río se reunían alrededor de los restos del naufragio y de las dos islas, creando primero un banco de arena, y luego la isla entera.
Es un popular destino turístico no sólo de los extranjeros sino también de los propios residentes de Montenegro, con 3 km de playa de arena y muchos restaurantes de pescado. La playa y el fondo del mar están cubiertas por arena fina, en sus alrededores hay sombrillas hechas de caña y mimbres. Ada es más hermosa en la puesta del sol, desplegando un increíble juego de colores creados por el mar, la arena y el cielo, integrándolas en un cuadro único. Es un verdadero paraíso para el windsurf, surf, esquí acuático, y equitación por la playa.
Incluso hay una escuela de windsurf con equipo de tecnología avanzada. Las posibilidades que ofrece Ada Bojana satisfacen tanto a los aficionados como a los altos estándares de los profesionales. Una formación de siete días con instructores calificados nos permite disfrutar de las olas, y después de un mes de formación estaremos listos para las olas en mar abierto.
Las costas bañadas por el río Bojana son famosas por sus cabañas de madera, utilizadas por la población local para pescar en la manera tradicional. En las cabañas hay un curioso equipo de pesca llamado Calimera, que permite la pesca en el río con redes solamente. Podemos degustar el resultado de esta actividad en uno de los restaurantes de pescado, construidos en este atractivo ambiente.
El contacto humano ha sido restringido a una pequeña área que se utiliza para edificios y una parte de playa, quedando más del 90%, de los cinco kilómetros cuadrados de la isla, cubierto por bosques, humedales y dunas vírgenes. Es el único hábitat para muchas especies en peligro de extinción como el Chacal y el Alcaraván.

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