Disfrutar de la naturaleza en Bulgaria
Hace unos días os recordábamos dos destinos notables en territorio búlgaro. La verdad es que toda Bulgaria sigue siendo una gran desconocida, aunque este juicio lo repitamos una y otra vez con cada una de las naciones que, acaso arbitrariamente, decimos que conforman la Europa del Este.
En realidad, para eso estamos aquí. Para que esa terra incognita que todavía es la Europa Oriental deje de serlo. Y no porque haya ocultos intereses por nuestra parte sino porque sencillamente se lo merecen. Así, Bulgaria.
Bulgaria tiene una riqueza paisajística enorme, que es lo mismo que afirmar que sus tierras hacen de la variedad virtud. No conocemos región búlgara que no sea digna de elogio. Tiene mar y playas, estaciones de esquí, ciudades históricas, escenarios montaraces, patrimonio artístico, etc. Como pronto será mayo, magnífico mes para regresar al seno de Gaia, para disfrutar de la naturaleza, nosotros ahora os recordamos dos de los mejores parques naturales en el país de los orgullosos búlgaros.
El primer parque se encuentra en el macizo de Rila, un entorno exquisito para el excursionismo y en el corazón de la cual se encuentra un famoso monasterio protegido por un muro impresionante de 20 metros de altura.
Los bosques del Parque Nacional Rila, los pinos y abetos predominan, cobijan una fauna salvaje en la que no faltan las grandes especies europeas, como el lobo, el oso o el jabalí. Dos picos destacan entre las demás: el monte Malyovitsa y el monte Musala, a casi tres mil metros por encima del nivel del mar.
De gran importancia ecológica, los llamados Siete Lagos dan testimonio fiel de que la abundancia de agua que denota el término tracio de rula (de donde el actual Rila) tiene fundamento. En realidad, el macizo está lleno de fuentes y hontanares donde nacen multitud de ríos, además de los numerosos lagos que lo pueblan.
La visita al parque, por cierto que enorme, debe incluir el Monasterio de Rila, en un valle a los pies de las montañas. El monasterio es una fortaleza impactante bien dotada de iconos, murales y reliquias. Asimismo, su iconostasio del XIX es uno de sus más preciados tesoros.
Las montañas de Rila se hallan en el suroeste de Bulgaria. En cambio, el Parque Nacional de los Balcanes Centrales es una franja estrecha que ocupa el centro mismo del país. Este parque cuenta con preciosas reservas boscosas de hayedos, y tampoco faltan los abetos. Otrosí, su fauna incluye grandes mamíferos y numerosas especies de aves.
El parque conjuga esas zonas húmedas de bosque con puntos abruptos que agasajan las virtudes de escaladores y alpinistas. Paredes calcáreas y muros de granito se encuentran, por ejemplo, en la llamada Reserva Dzhendema. Y no muy lejos de la misma, la mayor cascada búlgara, Raiskoto Praskalo, en el monte Botev.
En definitiva, apenas estos dos ejemplos nos presentan una Bulgaria perfecta para reconciliarse con el medio natural del que, querámoslo o no, dependemos y en cuya conservación nos va la vida. Porque en saber disfrutar de la naturaleza sin profanarla, aquí o en Bulgaria, no se halla sino la clave de nuestra supervivencia.
Fotos vía: entremontanas y bulgariapordescubir y trivago
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