Mariánské Lázn?, ciudad rodeada de manantiales
Si el humo de los pubs y las autopistas contaminadas de Praga han empezado a cobrar factura, hay pocos lugares tan agradables para recuperarse como Mariánské Lázn? (Marienbad). Fundada como una ciudad balneario en el siglo 19, Mariánské está a 165 kilómetros de Praga, y es una escapada ideal de fin de semana. Mariánské Lázn? no sólo sabe cómo curar enfermedades físicas, su atmósfera inimitable es también un bálsamo para el alma.
Mariánské Lázn? se encuentra en un hermoso valle en Bohemia del Oeste, 628 metros sobre el nivel del mar. La ciudad balneario goza de una excelente reputación en todo el mundo tanto por sus métodos de tratamiento y recursos naturales curativos, como por su encantador paisaje pintoresco. Es una joya entre los balnearios de la República Checa.
A diferencia de otros balnearios, Mariánské Lázn? trata una amplia gama de enfermedades y trastornos. Esto se debe principalmente a que la composición de los manantiales es químicamente muy diversa. Casi 100 manantiales antiguos han sido descubiertos en los alrededores de la ciudad, todas ellos con una alta concentración de CO2, y algunos fueron descubiertos ya en el siglo 16.
Un balneario visitado y admirado por reyes y emperadores, famosos artistas, músicos y eruditos. El libro de invitados presenta nombres celebres como Johann Wolfgang Goethe, Frédéric Chopin, Richard Wagner, Anton Bruckner, Gustav Mahler, Johan Straus, Henrik Ibsen, Franz Kafka, Friedrich Nietzsche, Albert Schweitzer y muchos otros. Eduardo VII, rey de Inglaterra, volvió nueve veces.
Este último fundó, en Mariánské Lázn?, el segundo campo de golf más antiguo de Europa. También hay un campo de minigolf, pistas de tenis, piscinas, saunas, centros de fitness, una escuela de equitación, vela, un centro de alquiler de equipamiento deportivo, pesca, caza, esquí, senderismo, ciclismo y rutas de esquí de fondo.
Los turistas también pueden visitar el museo local con exposiciones sobre la historia de la ciudad, un parque geológico al aire libre, el monumento a Frédéric Chopin, un teatro, cine, sala de conciertos, galerías de arte, discotecas, casinos y salas de juego.
En el lado negativo (dependiendo de lo que se esté buscando), debido a la clientela típica de la ciudad (alemanes de mediana edad) la vida nocturna de Mariánské Lázn? en gran parte consiste en cenas, bailes y juegos de cartas. Los viajeros en busca de emociones pueden dirigirse a la cercana Karlovy Vary, más alegre que Mariánské Lázn?, pero menos atractiva.
Foto Vía: Jim Linwood

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