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Escapada de pocos días a Praga

Praga es la capital de la República Checa y se ha convertido en una de las ciudades más populares de Europa para una escapada de pocos días. En cualquier época del año Praga es un buen destino para disfrutar. La ciudad tiene veranos cálidos e inviernos fríos, con la primavera y el verano siendo los meses más soleados.

La época más popular para visitar es la de verano, que se traduce en restaurantes llenos de gente. Pero es en otoño que serás recompensado con árboles y arbustos de colores brillantes. Ideal para una escapada de unos días en los puentes que se acercan, sea el Puente de noviembre o el Puente de diciembre.

Para una escapada de fin de semana (con puente incluido), Praga simplemente tiene el tamaño justo. Es peatonal alrededor de muchas de las atracciones turísticas importantes, de modo que puedes dar un paseo tranquilamente por ellas en tu tiempo libre. Incluso, tres o cuatro días en Praga te da un sentido de familiaridad con la ciudad.

Es una buena idea tomar un tour programado por Praga en uno de los primeros días para así tener una mejor comprensión de la ciudad. Después, puedes volver en tu tiempo libre a tus sitios preferidos o los lugares de interés que desees explorar aún más.

Praga es un centro de cultura, música clásica y vida literaria, pero lo que hace que esta ciudad sea más memorable es la sensación mágica que evoca, la sensación de retroceder en el tiempo. La magia comienza en la plaza del casco antiguo, donde las calles empedradas están bordeadas por una bien conservada arquitectura de 900 años de antigüedad.

El ancho río es atravesado por numerosos puentes, de los cuales el más famoso es el Puente Carlos. Data de 1342, con torres en ambos extremos y esculturas de santos puestas en los pilares del puente. A través del río y encima de una colina está el Castillo de Praga. Hay tanto por ver que para hacerle justicia necesitas un mínimo de medio día para explorar los muchos edificios maravillosos dentro de sus muros.

Beber es un pasatiempo favorito en Praga. Hay una abundancia de cafés y salones de té, pero con una gran cantidad de fábricas en la ciudad que la producen, la cerveza está arraigada en la cultura local. Las salas de cerveza y pubs se han convertido en una parte del carácter de la ciudad y son una atracción más para los descansos entre semana y fin de semana en Praga.

Foto Vía: Hareco