Visitar la Plaza de Wenceslao en Praga
Uno de los espacios públicos más emblemáticos de la Capital de la República Checa, además de la bella Plaza de la Ciudad Vieja, es la concurrida y elegante Plaza de Wenceslao, localizada en la zona de la ciudad Nueva.
Se trata de un lugar cuyas características espaciales no se acercan a las tradicionales plazas, de hecho, está catalogada más como un paseo o Boulevard gracias a sus dimensiones (750 metros de largo por 60 de ancho).
La Plaza de Wenceslao es el centro comercial, turístico, hotelero y cultural más importante de la ciudad, donde los visitantes tienen la posibilidad de visitar las tiendas más prestigiosas, exclusivos restaurantes y cafés, numerosas galerías y salas de cines. Allí se pueden reunir alrededor de 400.000 personas en cualquier momento, y por ello, es un centro de gran actividad, siendo la zona más concurrida y bulliciosa de Praga.
Dependiendo de la época del año en la que estemos en Praga, la funcionalidad de la plaza puede variar, por ejemplo, en el verano, la zona central sirve para que se instalen diversos puestos de artesanías y souvenirs; además, en la parte inferior se llevan a cabo grandes mercados de navidad y de Pascuas.
Al igual que otros atractivos de la ciudad, la Plaza de Wenceslao también tiene su historia, la cual se remonta del siglo XIV. En sus comienzos, era llamado como el Mercado de Caballos, pero posteriormente se comenzó a negociar con otros bienes además de los equinos, convirtiéndose así en el mercado principal de la Ciudad Nueva.
En cuanto a su arquitectura, las edificaciones que le rodean, corresponden a épocas más recientes, como el majestuoso Museo Nacional, el cual se encuentra en uno de los extremos de la plaza, el Palacio Adria, los almacenes Maj, los hoteles Zlatá Husa y Ambassador, el Palacio Koruna.
También se destaca la presencia de la escultura de San Wenceslao, santo patrono de Bohemia, ubicada justo al frente del Museo Nacional.
Desde el siglo XIX, este lugar ha servido de escenario de importantes hechos vinculados al desarrollo de la República Checa, como la revolución de 1848, la declaración de la independencia de Austria en 1918, las protestas contra la invasión de los tanques rusos en 1969, y en noviembre del 1989, el inicio de la llamada Revolución de Terciopelo, que puso fin al régimen comunista en el país.
Foto Vía Uncle Buddha

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