El Monasterio Tipova, excursión desde Chisinau
Una de las excursiones que es posible hacer desde la capital de Moldavia, la ciudad de Chisinau, es Tipova. Así se llama una antigua aldea que está realmente muy cerca, a escasos 100 kilómetros rumbo norte, en una región de gran belleza natural. de colinas ondulantes, ríos, bosques y cascadas. Sin embargo, la naturaleza está en segundo lugar para casi todos los turistas que llegan hasta aquí. La mayoría viene a conocer el monasterio de las cuevas de Tipova.
De este monasterio, excavado en cuevas naturales, no se sabe a ciencia cierta su siglo de construcción aunque se supone varias veces centenario. Después, tal vez fueron los primeros cristianos, refugiándose de los tártaros, quienes le dieron forma en el siglo XIII.
Cuando el conflicto se hubo resuelto los monjes se quedaron allí y así quedó el sitio, hasta mediados del siglo XVIII cuando fue renovado por nuevos monjes. Lo cierto es que la comunidad religiosa estaba bien a resguarda pues solo un estrecho camino, trazado estratégicamente, conducía a sus puertas.
En realidad hay tres complejos monásticos aquí. El primero es el más lejano y de difícil acceso y fue fundado entre los siglos XI y XV, el segundo tiene el templo de San Nicolás y fue tallado en la roca entre los siglos XIV y XV y el tercero data de entre el sigo XVI y el XVIII y está formado por dieciocho salones separados por un corredor interno. Tenía tierras cultivadas en su poder, bosques y una extensa biblioteca con muchos libros. En la medida en que los conflictos territoriales fueron despareciendo el monasterio creció todavía más y los caminos hasta sus puertas se fueron haciendo cada vez mas notorios.
Pero un buen día llegaron los soviéticos, condenatorios de la religión, y lo cerraron. Los monjes debieron buscar refugio en otros monasterios y los edificios fueron olvidados y utilizados para otros propósitos. Por ejemplo, como almacenes de tabaco. La ermita corrió peor suerte: fue demolida. Tuvo que pasar casi medio siglo para que los arqueólogos llegaron hasta aquí. La Unión Soviética hacía menos de un año que entonaba el réquiem y un grupo de arqueólogos de San Petersburgo llegó al complejo monástico. Todo abrió sus puertas de nuevo en 1994.
Lo cierto es que la excursión vale la pena. El monasterio es muy interesante, se dice que Orfeo está enterrado aquí, cerca de unas cascadas en donde se ha encontrado restos de una carroza fúnebre, y cerca está la bonita aldea de Saharna. El monasterio abre todos los días.
Foto vía: Travel 4 you

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