La Catedral de la Natividad, en Chisinau
En la ciudad de Chisinau, la capital de Moldavia, nos encontraremos con la solemne belleza de la Catedral de la Natividad, un edificio en estilo clásico tardío y que originalmente data del siglo XIX, aunque como en otros casos, ha sufrido reformas y alguna reconstrucción a lo largo de su historia. También fue durante un tiempo el mayor de los edificios de Chisinau, y su particular aspecto está inspirado en el clasicismo ruso tardío.
El diseño del campanario es obra del profesor Abraam Melnicov, un arquitecto perteneciente a la Academia de Bellas Artes de San Petesburgo. Su torre consta de cuatro plantas, en cuya base hay dos capillas y que está coronada por una gran cúpula semiesférica donde se ubica el campanario.
Las obras de construcción de la catedral comenzaron el 26 de Mayo de 1830, prolongándose durante seis años hasta la celebración de su primera misa el 13 de Octubre del año 1836. Cuatro años más tarde, se agregó al conjunto arquitectónico un Arco del Triunfo, al que también se conoce como Puerta de Santa Ana.
Cuatro pilares interiores sostienen la cúpula, sobre una planta con forma de cruz griega en la que reposan tres altares. Dos de estos altares fueron dedicados en un principio a San Nichita y San Ioan Nueva, aunque un tiempo después sirvieron para honrar a Alexander Nevsky y a Nicolás Prelado. La magnífica decoración del interior se la debemos al pintor Ihovsarov.
Tristemente, durante los terribles tiempos de la II Guerra Mundial, la mayor parte de la catedral resultó dañada, aunque las obras de reconstrucción tendrían que esperar hasta 1956, año en que le fue concedido el título de Monumento Arquitectónico. Otra desgracia que afectó al edificio llegó en 1962, cuando los comunistas ostentaban el poder, la Catedral de la Natividad fue reformada y reconvertida en una sala de exposiciones, condición que duraría hasta el año 1990.
La catedral fue de nuevo reconstruida según su diseño original por mandato del presidente de Moldavia Mircea Snegur, así como consagrada de nuevo en 1996. Dos años más tarde, ya poseía de nuevo su cruz y su campanario y estaba al servicio de la Iglesia Ortodoxa.
En la actualidad, la Catedral de La Natividad es el mejor ejemplo de la arquitectura rusa del siglo XIX y atrae visitantes por dos motivos, tanto por el mero hecho de ejercer los ritos religiosos como simplemente admirar la belleza de sus formas.
Foto vía: panorama

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