David IV y la reconquista de Georgia

David IV de Georgia

Tras la invasión de Georgia por parte de los turcos selyúcidas, fue el rey David IV, nacido en el año 1073 y llamado también «el Constructor«, el encargado de retomar las tierras que había heredado cuando su padre Jorge II Bagration, quien abdicó en favor de David cuando éste contaba apenas 16 años.

Una vez que llegó al trono, David IV reunió una considerable tropa, compuesta en parte por soldados profesionales y campesinos, con objeto de combatir la aplastante colonización por parte de los selyúcidas. La suerte acompañó a esta empresa, debido a que la Primera Cruzada contra los turcos que se produjo entre los años 1096 y 1099 en las regiones de Anatolia y Siria, sirvió para allanar el terreno de las futuras campañas militares del joven monarca.

A principios del siglo XII, David IV había retomado la mayor parte del país, quedando aun pendientes la ciudad de Tiflis y el reino de Hereti. Con este siglo también llegaron una serie de reformas en la Iglesia Ortodoxa Georgiana, y un aumento en la influencia que ésta podía ejercer en el gobierno. Desde entonces, sería nombrado Arzobispo un Canciller de la Corona para mayor unificación de ambos poderes.

La reconquista de Hereti se produjo entre los años 1103 y 1105, y durante los años posteriores iría poco a poco haciéndose con los territorios de Lori, Rustavi, Kartlia y otros, aislando cada vez más a Tiflis, aun en manos de los turcos.

Un curioso movimiento ejecutado por David IV fue el regalo de tierras (despobladas tras la marcha de los turcos) a una hueste de cerca de 40.000 guerreros procedentes del Cáucaso, para que pudiesen vivir en ellas con sus familias. Este gesto, lejos de ser gratuito, fue fruto de la necesidad de nuevas tropas para reforzar su ejército, pero el caso es que funcionó. Poco después se le sumarían los alanos y numerosos mercenarios procedentes de Alemania, Escandinavia e Italia.

En el año 1121 fue declarada de manera oficial la Guerra Santa a Georgia por el sultán Mahmud, y se enviaron abundantes tropas turcas a las órdenes del prestigioso general Ilghazi. A pesar de que los turcos superaban en números al ejército de David, la Batalla de Didgori terminó con la retirada de las fuerzas selyúcidas y la toma definitiva, un año más tarde, de la ciudad de Tiflis (que desde entonces sería la capital de Georgia). Con la caída de Shirván, tres años más tarde, se anexionó a Georgia parte del territorio que antes controlase el reino Albanés, así como una buena porción de las tierras de Armenia, lo cual convirtió a David en monarca también de los armenios.

Cuando falleció, en el año 1125, Georgia era equiparable a otras potencias de la época, motivo por el cual se le conoce en su país como «el Constructor» o Agmashenebeli. Entre sus descendientes, el único que se le puede comparar en política de expansión fue su biznieta, la reina Tamar.

Foto vía: G213

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