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Olomouc, segunda reserva monumental checa

Considerada como la segunda reserva monumental de la República Checa, tras Praga, Olomouc, situada a unos 250 kms. al este de la capital checa, cuenta con un amplio casco con interesantísimos monumentos históricos.

De hecho, muchos organizan visitas turísticas desde la capital hasta esta ciudad en busca de sus bellezas, las cuales tienen en ocasión amplia relación con el pasado político de la región: el centro de interés es la Columna de la Santísima Trinidad.

Durante los siglos IX, X y XI Olomuc fue un importante centro en el mapa del gran Imperio de Moravia.

Fundada probablemente en 1246, en los siguientes siglos se convirtió en la capital de la provincia de hasta que en 1777 fue declarada como Arzobispado. La ciudad, además, fue epicentro de grandes progresos científicos y técnicos durante el siglo XIX, con una amplia industrialización que incluía refinerías de azúcar, cervecerías, metalúrgicas y demás plantas de trabajo pesado.

En la actualidad son sus bellos paisajes y lugares de esparcimiento los que sobresalen y la convierten en fundamental destino turístico. Como mencionábamos, está la plaza en la que se encuentra la Columna de la Santísima Trinidad, construida entre 1716 y 1754. Con una altura de 50 metros, en el presente este monumento fue declarado como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

La Columna sobresale junto al Ayuntamiento de estilo renacentista y también al reloj astronómico, aunque se trata de uno menos lujoso que el que se puede encontrar en Praga, ya que este fue quemado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. La ciudad, de hecho, fue ocupada por el nazismo entre los años 1939 y 1945. Sobre el reloj, fue renovado por los comunistas en 1950 y en su elaboración se nota el trazo del proletariado: rastros del original se pueden ver en el museo de la ciudad.

Otras desgracia vivida en Olomuc se dio en 1997 con la inundación que sufrió una tercera parte de la ciudad, debido al desborde del Río Morava. Hay que considerar que si bien la ciudad tiene muchas bellezas, como por ejemplo la Catedral de San Wenceslao, las siete fuentes de la Plaza Alta y la Plaza Baja o el Palacio Episcopal, no ha sido favorecida de la misma forma en que lo han sido otras localidades como Praga, Ceský Krumlov o Karlovy Vary.

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Foto vía: Oficina de Turismo