Cómo celebrar la Navidad en Moscú
Lo primero que se me viene a la mente sobre cómo celebrar la Navidad en Moscú es con mucho frío. Es uno de los detalles a tener en cuenta, sí, pero la nieve, las luces y el hielo son solo algunos de los elementos del paisaje que hacen de la capital rusa uno de los lugares más encantadores para pasar las Navidades.
Por eso, que no os eche para atrás este frío para viajar a Moscú en Navidades, porque la ciudad se convierte en un auténtico cuento de hadas. Su especial arquitectura y el ambiente precisamente fresco se presta a crear un escenario singular, en el que los colores y las luces típicas le dan un colorido fascinante.
En el centro de la ciudad se decoran las fachadas de los principales edificios, mientras que muchas de sus calles y plazas cuentan con los típicos abetos navideños desde finales de noviembre. A todo ello se le une una gran cantidad de actividades para todos los gustos, así como las clásicas pistas de patinaje que encontraremos por toda la ciudad.
Muchas de estas actividades se llevan a cabo en los principales parques, mientras que en víspera de Navidad y Año Nuevo tanto niños como mayores podrán disfrutar de conciertos, villancicos, paseos en trineo por la nieve e incluso pequeños cruceros en barco sobre la superficie helada del río Moskova.
Pero en Moscú y en toda Rusia se celebra la Navidad al modo ortodoxo. Allí la Nochebuena tiene lugar el día 6 de enero, mientras que al día siguiente se celebra la Navidad. Todo esto porque la iglesia rusa usa el calendario juliano, que va 13 días con retraso con respecto al calendario gregoriano que usamos nosotros.
La iglesia ortodoxa cuenta con una serie de tradiciones propias. Una de ellas es el periodo de abstinencia de 40 días que empieza el 28 de noviembre y concluye el 6 de enero, y que tiene su origen en 1166. Durante este periodo no se puede comer productos lácteos, carne, aceite, vinos algunos días de la semana, y pescado solo sábados y domingos.
Una vez llegado el 6 de enero, los ortodoxos creyentes hacen ayuno todo el día, para llegar por la noche a la celebración de la Nochebuena. Allí comerán el sochivo, que se prepara con granos de trigo y amapola. Como podéis imaginar, estas tradiciones no las siguen todos los moscovitas.
Muchos otros aprovechan la Navidad para reunirse junto a la mesa para comer y cantar villancicos. No suele faltar, por supuesto, el vodka, carnes de gallina o cochinillo y otras viandas como dulces y pasteles. El plato que no falta es el kuya, que se acompaña de otros platillos como el pan de cuaresma, lentejas o sopa de champiñones.
También hay quien se lanza a la calle para ver las luces y las decoraciones de edificios, calles y plazas. Aunque el momento de mayor ambiente es durante la llegada del Año Nuevo, cuando miles y miles de personas abarrotan la Plaza Roja. Los fuegos artificiales sobre las cúpulas del Kremlin son todo un espectáculo.
¿Algunas de las opciones para pasear?. Podéis pasear por el mercadillo callejero Ismailovsky para comprar los típicos regalitos, adornos y otros souvenires, o ir al encuentro del Ded Moroz, que significa el abuelo frío, la versión rusa de Santa Claus, personaje que suele aparecer por los principales parques repartiendo caramelos y regalos a los niños.
Ded Moroz viene acompañado de un ángel para repartir los regalos, una figura que por lo general la suele representar una chica, y que lleva el nombre de Snyegurochka. Ded Moroz no viene del Polo Norte, como el Santa Claus tradicional, sino de Siberia, en un trineo que, en vez de renos, es tirado por caballos blancos.
Lo clásico es ir hasta la Plaza Roja y patinar en la pista de hielo, disfrutar con los edificios iluminados y el enorme abeto navideño. En los alrededores hay cafeterías y bares para tomar un chocolate con churros o el típico gluhwein o vino caliente. Hay que entrar en calor como sea.
El colorido de la Plaza Roja es realmente fascinante. La Catedral de San Basilio aparece completamente iluminada y todo el espacio se llena de puestos navideños. Aquí sí que experimentaréis esa sensación de cuento de hadas que os comentaba anteriormente. La magia de la arquitectura y la luz os cautivará.
Hay otras alternativas realmente curiosas, como darse un baño en la piscina climatizada Chaika, una piscina al aire libre cuyas aguas están calientes mientras que fuera está todo helado o está nevando. Es una experiencia fascinante, parecida a la que se experimenta en algunas de las saunas de Moscú, como la de Sanduny.
Pero Moscú también ofrece una Navidad espectacular para los turistas que llegan durante esta época a la ciudad. El Teatro Bolshoi ofrece sesiones todos los días con el célebre Cascanueces de Tchaikovsky, mientras que el famoso Circo Nikulin tampoco se detiene durante estas fiestas.
Resulta curioso comprobar que, durante unas décadas de poder soviético, la fiesta de Año Nuevo fue prohibida. Afortunadamente hoy ha vuelto a ser una de las fiestas más esperadas y seguidas por los rusos. ¿El frío?. Para nada, venid y lo veréis.
Foto 1 Vía News Holidash
Categorias: Rusia
Estupendo artículo, Roberto. Estoy recabando información sobre Navidades en Moscú, concretamente para las fechas 5-6-7 de enero. Voy a viajar en esas fechas y hago escala de 15 horas en Moscú. Me gustaría disfrutar de su encanto navideño a la vez que visitar lugares emblemáticos. Sé que 15 horas no son nada para todo lo que la ciudad ofrece pero no tengo opción. Aún no tengo decidido que fecha será. Cual recomiendas? Las horas de llegada son las 7 am y las de salida 21.30 en cualquier caso.
Un saludo.
Hola, Helena:
Supongo que entonces ya tienes fechas exactas y no puedes cambiar, por lo que me dices. Ten en cuenta que la noche importante ortodoxa es la del 6 de enero, mientras que la misa litúrgica es en la mañana del día 7. Pero eso día, el 7 de enero es cuando oficialmente acaba la Navidad, por lo que igual te lo encuentras todo un poco más desangelado. Para que te hagas una idea, es como si en España salieras el día 6 al mediodía, después de la noche de Reyes.
Saludos